También para vehículos de dos ruedas
El sistema MICHELIN TPMS también está disponible para motocicletas, ciclomotores y scooters, ofreciendo nuevos niveles de seguridad para los usuarios de este tipo de vehículos, en los que el mal estado de los neumáticos es crítico.

Unos neumáticos con poca presión pueden afectar gravemente a la maniobrabilidad de la motocicleta, deformándose, reduciendo el contacto con la carretera y creando el peligro de que el neumático se salga de la llanta. Además, los neumáticos serán más susceptibles al sobrecalentamiento y a sufrir daños por piedras. Por su parte, un exceso de presión puede provocar un desgaste desigual y reducir la maniobrabilidad y la comodidad de la marcha.
MICHELIN TPMS tiene 1meses de garantía y es adecuado para el uso en neumáticos con presiones de hasta bar. También se puede instalar en vehículos con distinta presión de los neumáticos en los diferentes ejes.
Controla fácilmente la presión de los neumáticos
Sistema de monitorización de presión de los neumáticos (TPMS) te permite supervisar fácil y cómodamente la presión de los neumáticos de tu moto  mientras conduces.
El sistema funciona con hasta neumáticos en cualquier configuración (no está diseñado para su uso en automóviles). Se necesita un sensor TPMS para cada neumático (se vende por separado; solo para vástagos de válvulas de metal).
Cómo funciona el TPMS

De medición directa: el dispositivo monta un sensor de presión en cada neumático. Los hay de varios tipos, normalmente adosados a la propia válvula, pero pueden ir incluso pegados a la goma del neumático por el interior de la banda de rodadura. Tienen una pequeña batería incorporada para su funcionamiento. Cada sensor mide la presión y la temperatura de cada rueda y emite a la unidad de control la información mediante radio a una frecuencia de 43MHz.
Qué averías puede tener el TPMS
Se acabó la pila del sensor: la mayoría de los problemas con el sistema TPMS se centran en que la batería de los sensores se agota. Tiene una vida media de entre y años. No son intercambiables, de modo que hay que reemplazar el sensor.
Hemos dado un golpe a la llanta: los bordillazos pueden estropear la lámina que mide la presión en el sensor.
Golpes al desmontar el neumático: cuando destalonamos el neumático viejo para cambiarlo, el mecánico debe ser cuidadoso a la hora de introducir el desmontable para no golpear o dañar el sensor.
Desprogramaciones de la unidad de mando: a veces, si nos quedamos completamente sin batería, al cambiarla o al arrancar con pinzas, la unidad de mando pierde la codificación de los sensores. https://toletienda.com/mejor-tpms-moto . Para que mi coche no tome por error la presión de los sensores del coche que está a mi lado en el semáforo (recuerda que se comunican todos por radio a la misma frecuencia), la centralita reconoce los de cada rueda porque están codificados, es como el DNI de cada sensor. Si  se desprograma la unidad de control, deja de reconocer a sus sensores, lo que hace necesario volver a codificar con un equipo de diagnosis específico.

Inhibidores de frecuencia: es posible que, si aparcamos en alguna zona con inhibidores de frecuencia o bajo un fuerte campo magnético (cerca de una torreta de alta tensión, por ejemplo), se produzcan errores puntuales en el sistema, pero, tras salir de esa zona de influencia, debería volver a funcionar correctamente.
Pérdidas de aire: las válvulas que llevan el sensor integrado suelen ser de cuello metálico, a diferencia de las válvulas normales que son de goma y sellan ellas mismas contra el orificio de la llanta. Esto se hace así para evitar vibraciones de la válvula a alta velocidad. Al ser metálicas, necesitan una junta tórica de goma que realice el sellado y tienen un par de apriete. Es conveniente revisar el apriete de la válvula de vez en cuando y cambiar la junta tórica si tiene fugas.
Falsas alarmas: a veces, si dejamos el coche aparcado de forma que alguna rueda esté al sol y el resto a la sombra, el calor puede hacer subir la presión de ese neumático y provocar alertas que no son reales. Normalmente, en cuanto empezamos a rodar y las temperaturas se igualan, desaparece la alerta.
Qué cuidados requiere el sistema TPMS
Evita los golpes y bordillazos: las vibraciones y los fuertes golpes pueden estropear los sensores, así que evítalos en la medida de lo posible.

Revisa los tapones de las válvulas: hay una moda absurda de robar los tapones de las válvulas; mi consejo es que uses unos corrientes de plástico para evitar tentaciones. Lo importante es que no entre agua, suciedad ni la orina de los perros en el mecanismo de la válvula, lo cual puede estropear tanto la hermeticidad de ésta como el propio sensor electrónico.
Ventajas y desventajas del TPMS para el taller

Durante la fabricación del vehículo deberá integrarse un TPMS directo o indirecto, una instalación posterior será considerada como no conforme a normas.
Consecuencias para el taller
Por lo tanto, para los talleres es absolutamente necesario prepararse para la nueva tecnología y tomar medidas tempranamente para prestar servicios a clientes con TPMS en el vehículo, y así posicionarse como especialista en esta área del mercado.
Actualmente hay numerosos vehículos con un TPMS directo en el mercado, razón por la cual los talleres serán confrontados con el software y los pedidos de servicio de los clientes antes del 1º de noviembre de 2014.
En los próximos años aumentará aún más la cantidad de vehículos con un TPMS. Todos estos vehículos tienen necesidad de sensores de recambio para equipar los neumáticos de invierno, lo que resulta en un enorme potencial de venta de los servicios relevantes.
Además del know-how necesario, los talleres deben disponer de herramientas apropiadas (p.ej. para diagnosticar problemas o para programar los sensores) y de piezas de recambio (p.ej. juntas, válvulas o sensores completos)..